ACTIVIDADES CULTURALES
PARA EL VISITANTE MAS CURIOSO
ESTACIÓN MEGALÍTICA DE ANDA
A tan sólo 5 minutos a pie desde Apaizetxea se encuentra una de las mayores concentraciones dolménicas del país vasco con 4 dólmenes separados entre sí a escasos 100 m. En cada uno de ellos hay instalados paneles explicativos que nos ayudan a entender mejor estas construcciones con más de 5.000 años de historia.
IGLESIA NUESTRA SRA. DE LA ASUNCIÓN
Conocida por su tamaño poco habitual como la “Catedral de Kuartango” en la que se encuentra el retablo de los Andagoya (S. XVI), familia a la que perteneció Pascual de Andagoya quien nacido hacia 1514, a los 18 años “seyendo mancebo” partió hacia “las nuevas tierras de América” siendo nombrado por Carlos V “Adelantado y Descubridor del Perú (Biru)” si bien, debido a una enfermedad, no participó en la conquista que finalmente llevaron a cabo Pizarro y Almagro.
CASA DE CELEDON
Celedón es el personaje protagonista de las fiestas de La Blanca de Vitoria-Gasteiz al que tradicionalmente se le ha vinculado con la población de Zalduendo en la Llanada Alavesa. El personaje estaba inspirado en un aldeano borrachín que frecuentaba el casco viejo de Vitoria-Gasteiz, y por tanto muy conocido, al que se homenajea durante las fiestas cantando la canción “Celedón ha hecho una casa nueva con ventana y balcón…” Sin embargo, el destinatario de la canción tal y como parece estar suficientemente documentado, sería Celedonio Iturralde natural de la vecina población de Bitoriano y frecuentador como su tocayo de Zalduendo de las tabernas Vitorianas. El que luego sería vecino de Andagoia coincidió durante la III guerra Carlista con el músico Pedro Fernández de Retana a quién le comentó que tras casarse en Anda con una vecina de Katadiano, había “hecho una casa nueva con ventana y balcón” en Andagoia. Esto debió hacerle gracia al músico y le dedicó el conocido pasacalles que aún hoy se canta en las fiestas de la capital alavesa.
De hecho, la casa de Celedón data aproximadamente de la misma época que Apaizetxea y ambas son prácticamente gemelas (con ventana y balcón…)
SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE ORO
Enclavado en un monte junto a las localidades de Bitoriano y Jugo, presenta un doble atractivo: el valor artístico e histórico de un importante lugar de culto del siglo XVI y el valor paisajístico de un privilegiado mirador a 850 metros de altura sobre el nivel del mar que permite observar el valle de Zuia y Kuartango por un lado y la Llanada Alavesa por otro. Los fines de semana suele abrir el bar restaurante “Atabaka” anexo al santuario donde poder disfrutar de un estupendo almuerzo mientras se contemplan las magníficas vistas.
SANTUARIO DE ESKOLUNBE
Ermita de finales del Siglo XV junto a un antiguo camino medieval que atravesaba la Sierra de Badaia. Situada a 30 min. a pie o 5 min. en coche desde Apaizetxea en un bonito enclave en el que se celebra cada último domingo de Agosto una romería en la que participa toda la población del valle.
VALLE SALADO DE AÑANA
A 20 min. de Apaizetxea, podemos visitar el Valle Salado, que con sus más de 6.000 años de historia ha sido declarado por la ONU Patrimonio agrícola mundial.
El paisaje formado por las eras de sal es tremendamente peculiar y dota al valle de un aspecto único. Una visita que no dejará indiferente a nadie, niños y adultos. Se realizan visitas guiadas muy amenas de una hora de duración aunque es imprescindible reservar con toda la antelación posible porque sobre todo en temporada vacacional y fines de semana puede no ser fácil encontrar una fecha disponible. Sin duda un éxito asegurado.
PALACIO TORRE DE LOS VARONA
Como complemento perfecto a la visita del Valle Salado, encontramos a pocos Kms en el pueblo de Villanañe esta fortaleza del S. XV catalogada Conjunto Histórico Artístico Monumental. El complejo que vemos hoy comenzó siendo una simple torre de madera con orígenes visigóticos que se remontan hasta el S.VII y que fue evolucionando junto con la construcción de una nueva torre en el siglo XV y un palacio anexo en el siglo XVI. Las visitas son guiadas y gratuitas de una duración aprox. de 45 min. visitando la torre y parte del palacio en el que todavía se conserva parcialmente la decoración original que ha perdurado a lo largo de los años ya que ha seguido estando habitada hasta nuestros días por el último descendiente directo del linaje de los Varona. Otra visita imprescindible.
